En nuestro camino encontramos líderes que amplifican nuestro talento. Cuando estamos con ellos, nuestras ideas fluyen, los problemas se resuelven y estamos dispuestos a dar la milla extra. Encontramos a lo interno talentos y habilidades que ni siquiera imaginábamos tener. A estos líderes los llamaremos Multiplicadores.
Nos relacionamos también con líderes que drenan la inteligencia, energía y talento de quienes les rodean. Solo su propio talento y capacidad cuentan y dejamos de contribuir. Llamaremos a estos líderes Minimizadores.
¿Hace usted brillar a las personas que lo rodean o las opaca? Los equipos de trabajo con brillo propio generan resultados sobresalientes para las organizaciones.
Atraen al mejor talento disponible, descubren su genialidad y la utilizan.
Crean un entorno intenso que requiere de las mejores ideas y trabajo de las personas. Crean espacios que generan ciclos de aprendizaje rápidos.
Definen oportunidades que hacen que las personas y las organizaciones crezcan y obtengan resultados que antes parecían imposibles.
Brindan tributo a las per- sonas por sus ideas e invierten en su éxito. A cambio, obtienen lealtad, compromiso y respon- sabilidad.
Realizan debates para construir inteligencia colectiva y ejecutar las ideas rápido e impecablemente.
Establecen muy ele- vados estándares al- tos de desempeño, calidad y velocidad. Esto hace que las personas se vuelven espectadores en lu- gar de seguidores.
Valoran la agilidad y man- tienen a la organización moviéndose rápido. Ge- neran un alto tráfico de decisiones y acciones que provocan congestión y errores por falta de análisis.
Piensa que todo es positivo y alcanzable. Pueden perder de vista los retos y la complejidad de la tarea.
Generan ideas constan- temente para mejorar e innovar pero esto hace que la organización se desenfoque persiguiendo la idea del momento.
Piensan que entre más se comunican y contribuyen más los van a valorar, pero en realidad consumen todo el espacio disponible para que otros puedan contribuir.
Tratan de evitar que las personas sufran o fracasen generando dependencia de las personas quienes no aprenden de las consecuencias naturales de sus propios errores.
Son los tres pilares de las organizaciones, sobre los cuales se definen y generan los resultados de negocio.
"Cuando el objetivo te parezca difícil, no cambies de objetivo; busca un nuevo camino para llegar a él"
Confucio
"No solo uso todo el cerebro que tengo, sino todos los que puedo conseguir prestados."
Woodrow Wilson
Presidente #28 E.E.U.U.
La motivación para actuar, cambiar y mejorar es algo que proviene del interior de la persona. Esta es la razón por la que el coach ejecutivo hace preguntas que conducen a mirar hacia adentro y a encontrar respuestas que producen crecimiento personal y profesional. El coaching ejecutivo es objetivo e imparcial y el coach mantiene completa confidencialidad sobre el proceso.
Como punto de partida para el coaching que ofrecemos, utilizamos la prueba neurocientífica (BTSA) desarrollada por la Dra. Katherine Benziger, la cual permite identificar el estilo de pensamiento dominante en la persona y cómo potenciarlo. Las herramientas ofrecidas por el BTSA combinadas con la guía de un coach con experiencia gerencial, le permitirán a la persona dar los pasos necesarios para lograr mayor desarrollo, productividad y satisfacción en todos los ámbitos de su vida.
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